El Ala Oeste de la Moncloa: Yo quiero un AVE de esos (II)

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Yo quiero un AVE de esos (II)

ADEMÁS DE LAS COMPLICACIONES INGENIERILES QUE HA ENFRENTADO EL CONSORCIO, OTROS ASUNTOS MENOS TÉCNICOS HAN HECHO DE ESTE PROYECTO UNO DE LOS MÁS COMPLEJOS LLEVADO A CABO POR LA MARCA ESPAÑA. CERRAR DE MANERA EXITOSA ESTA OBRA ES UNO DE LOS GRANDES RETOS DEL FUTURO MÁS INMEDIATO PARA FIRMAS COMO OHL, ADIF, RENFE, TALGO E INECO.

Si fuera necesario elegir una palabra para definir este majestuoso proyecto sería: adversidad. La obra del AVE de los peregrinos se ha visto retrasada por varios motivos, entre los que se pueden enumerar los problemas técnicos, los cambios y modificaciones implementadas desde el inicio, los retrasos de la primera fase del proyecto (ejecutada por un consorcio chino) y, recientemente, ha salido a la palestra una noticia sobre la inundación de uno de los túneles próximo a la ciudad de Jeddah.

A todo esto, hay que añadir las tensiones existentes entre cliente y contratista, motivadas principalmente por los cambios respecto al contrato original y por los litigios sobre quién se hará finalmente cargo de los sobrecostes de la obra y en qué medida.

Aparentemente, los gastos extraordinarios es el punto más conflictivo de estos últimos años. En numerosas ocasiones hemos leído en la prensa las duras negociaciones que existen entre ambas partes para llegar a un consenso en este punto. Algunos cifran los sobrecostes en unos 200 millones de euros. Otros, más pesimistas, consideran que han podido llegar hasta los 1.600 millones. Como viene siendo habitual, en proyectos que involucran a tantas partes, resulta complicado demostrar la veracidad de los datos debido al oscurantismo que les caracteriza.

La obra del AVE de los peregrinos se ha visto retrasada por varios motivos. Fuente: La Vanguardia
No se puede definir con total certeza lo que está pasando realmente, seguramente ni los propios implicados lo sepan, sin embargo, resulta peculiar que el consorcio haya cambiado de CEO cuatro veces, motivadas, también presuntamente, por los conflictos de intereses entre las empresas participantes.

Sin embargo, por buscar una noticia positiva en la gestión de la obra de tren de los jeques, el consorcio, en continua supervisión por las autoridades públicas españolas, se muestra receptivo a la hora de encontrar una solución a las diferencias existentes, a pesar de haber rechazado lo que consideraban “acercamientos económicos suficientes”.

La persona al frente de la obra es ahora Álvaro Senador-Gómez, encargado, si no cambian las cosas, de terminar un proyecto que se está prolongando más de lo esperado. Desde aquí animo al consorcio español-saudí a que concluya de la mejor forma posible y evitando un “choque de trenes” que fuera perjudicial para la marca España.

Juan Abascal

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