LA LECTURA HAY QUE FOMENTARLA, Y DE ESTA MANERA, SUS BENEFICIOS.
ESTIMULA LA IMAGINACIÓN, MEJORA LA ORTOGRAFÍA Y ENTRETIENE
Según una encuesta del CIS, casi 4 de cada 10 españoles no
leen nunca o casi nunca. Estos, o no leen porque no les gusta, dicen, o porque
no les da tiempo. Y son demasiados.
En esta tribuna defendemos la Cultura. Así, con mayúscula.
Por eso, duele ver que un amplio porcentaje de españoles considera los libros
casi objetos de decoración. Los libros son una parte fundamental de nuestro
patrimonio.
La lectura hay que
fomentarla, y de esta manera, sus beneficios. Estimula la imaginación, mejora la ortografía y entretiene
(quizás, lo más importante de todo). Por eso, es necesario un esfuerzo desde
los organismos públicos para fomentar la lectura. Sobre todo, a los autores
clásicos, sin leyes de derechos de autor de por medio. Y es algo nuestro,
propio. El Quijote o el Lazarillo de Tormes aún siglos después de haber sido
creados, reflejan con fidelidad (y, por qué no, parodian) el carácter de
nuestro país. Son historias que llevamos en nuestro ADN y que deberían ser una
parte fundamental de nuestra lectura.
¿Por qué no intentar convertirnos en un país más culto? |
.Es algo que debe ser obligatorio en las escuelas, aunque el
problema es que muchos se quedan en el camino. Cuando trae la afición de casa,
las lecturas obligatorias del colegio son una tarea más. Pero para alguien que
no ha tocado un libro en su vida, obligarle a leer y a examinarse puede
generarle tal rechazo que odie los libros para siempre. Libros adaptados a la
edad de los alumnos pueden darle un plus a esta circunstancia.
Por supuesto, siempre queda espacio para otro tipo de lectura
(no todo van a ser clásicos universales). Alguno dirá que es caro leer, pero lo
cierto es que es muy fácil leer sin gastarse un céntimo. Es tan sencillo como visitar la biblioteca de tu localidad.
¿Y el tiempo? Hay que fomentar la lectura, aunque vivamos en
la época de la continua distracción y la tecnología. Siempre hay tiempo para
leer. Aunque sean un par de páginas al día en el metro o antes de irse a
dormir. Precisamente, las tabletas y los libros electrónicos lo ponen aún más
fácil.
No leer libros no es ningún pecado. Eso está claro. No es
terrible que casi el 40% de los españoles no sea aficionado a la lectura. Pero
si existe la posibilidad de que ese número descienda, ¿por qué no intentar convertirnos en un país más culto?
Carlos Pérez
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